Es indiscutible la necesidad que un arquitecto o ingeniero tiene de un fotógrafo profesional de arquitectura, para mostrar armónicamente su gran variedad diseños hechos realidad.
El arquitecto pone todo su esfuerzo en diseñar espacios que no sólo sean funcionales, sino que visualmente diferentes y atractivos. Para eso estudia, para eso se prepara. Esta preparación le permite imaginar espacial y volumétricamente, soluciones a las necesidades del usuario, soluciones que muchas veces tienen limitantes económicas, y son justamente éstas limitantes las que despiertan en éstos peculiares personajes su especial creatividad.
Estas obras, obligatoriamente deben acompañarse de un buen reportaje arquitectónico, no sólo como registro de la firma, sino como la posibilidad de exposición del trabajo a nivel nacional e internacional. La página web de la empresa, revistas, páginas de internet especializadas, encuentros de profesionales de arquitectura y carreras afines, o bienales, requieren que este profesional vuelva su vista con interés a la fotografía de arquitectura no sólo como herramienta y recurso, sino como aliado obligado de su firma, para que sus obras sean vistas por otros, quienes al final podrán terminar siendo sus clientes.